Judge from the hell

Caminé con paso tranquilo hasta lo que sería mi estrado, sin prestar mucha atención al acusado que se hallaba frente a mi preparado para someterse a mi juicio y esperando bajo mi completa jurisdicción. Subí los escalones uno a uno, con mis típicos movimientos que, aún siendo gatunos y hasta algo delicados, no dejaban de ser varoniles y seductores dentro de su peculiaridad. Me senté sobre el trono al final de la larga escalera con una gracilidad de la que solo un demonio es capaz, bajé la capucha de la larga capa negro que llevaba, totalmente a juego con el resto de mi traje de etiqueta, digno de tal ocasión.

Pecador que por sus faltas ha caído al purgatorio - comencé saboreando las palabras, sintiendo como el placer que me daban recorría mi lengua - te hayas frente a Jang Geun Suk, juez general del infierno - agregué, mi mirada denotaba frialdad... y algo más totalmente indescifrable.

Quedé unos momentos mirándole, parecía indefenso, un alma que antaño era tan pura ahora se hallaba manchada por el pecado de la lujuria, y esta situación me excitaba a sobremanera. Relamí mis labios, y tras cruzarme de piernas ya estaba listo para proseguir.

Deberás comparecer ante mí por tus pecados, y yo decidiré que destino tendrás a partir de aquí en adelante - mi vos sonaba potente, amplificada y calaba hondo por alguna clase de poder demoníaco - así que comenzaremos... ¿podrías presentarte? - una seductora y un tanto lasciva sonrisa coronó la primera pregunta.

"El juicio ha comenzado..."

Por fin el dia del juicio habia llegado, estaba algo nervioso por lo que podia depararle el destino. Lo estaban acusando de cometer un pecado, lo cual era cierto, habia dejado que un impuro lo tocara, a la fuerza pero aquel ser de la orcuridad, ese alma perturbada y demoniaca habia logrado tocarlo

miro como un hombre encapuchado con una capa negra entraba y subia las escaleras de su estrado lentamente pero con movimientos, para su parecer extraños, de seguro era el juez suspiro suave y al ver quien era abrio los ojos de par en par. si era el demonio ese que la vez pasada habia visto cerca de Akira. mas solo guardo silencio mientras lo escuchaba hablar, el solo hecho de saber que seria condenado y que tal vez no volveria al paraiso hacia que la piel se le erizara y sintiera un nudo tanto en la garganta como el el pecho y estomago.

Asintio cuando este dijo que se presentara, se levanto lentamente y acomodo su ropa para juntar sus manos entrelazando los dedos apoyasandolas sobre sus piernas.
Soy Ryuto Amamiya -dijo suave al demonio que lo miraba friamente-

Noté al instante como su piel se erizaba y como el miedo, poco a poco, subía por su espalda hasta la nuca, calando directo en su médula y haciéndole pensar sobre lo que había hecho para estar allí. Cuando habló el nudo de su garganta hizo que su voz sonara cambiada, aún que de manera imperceptible, y eso logró sacarme una seductora sonrisa de satisfacción.

Entonces Ryuto Amamiya... supongo que sabes por que estás aquí ¿no? - la pregunta salió como una aguja de mi boca, buscando clavarse en su cerebro y hacerlo "reflexionar".

Le observé unos minutos más, alimentándome del miedo y el dolor que el menor sentía en ese momento, así como también del efluvio de cualquier sentimiento malo que el pudiera exhalar. Suspiré regocijado y mi vista se clavó con una extraña fervencia en los ojos del menor.

Tus faltas han llegado a oídos del soberano, así como a los de su mayor enemigo, y eso es lo que te ha traído aquí... - saqué mi cuerpo de su eje moviéndolo hacia adelante para luego susurrar - tu pecado es la lujuria... ¿estás dispuesto a pagar?

-lo miro por un momento mas y luego desvio la mirada al sentir como los ojos del contrario se clavaban en los suyos y como por aquel acto comenzaba a sentir mas miedo lo cual hizo que elevara su mano izquiera hasta su nuca y comenzara a masajearse levemente para bajar hasta su cuello como queriendo aliviar ese escalofrio que le recorria todo el cuerpo y terminaba en su medula-

H-hai... s-si se porque estoy aqui -contesto tembloroso mirandolo nuevamente mientras bajaba la mano hasta su regazo la cual unico con la otra entrelazando los dedos esperando a que el Demonio prociguiera, de verdad deseaba que esto acabara pronto, era una situacion muy incomoda, pero sabia que aun tenia un largo camino que recorrer antes de ser purgado-

Si... estoy dispuesto -dijo un poco mas convencido ladeando la cabeza-